En los últimos
años,
personas de todo el mundo han comenzado a cuestionar más y más cada aspecto de
lo que controla sus propios gobiernos. No es
sorprendente que los ciudadanos de un país cuestionan las leyes,
los derechos y el poder dentro de un sistema de gobierno,
pero con más información hay más que cuestionar, y ahora hemos
llegado a una época que plantea la pregunta: ¿Es la
ignorancia,
en algunos casos,
la felicidad?
En términos de la industria
alimentaria,
es difícil decidir.
Un
ataque de pánico golpeó los Estados Unidos en el año 2008 con el lanzamiento
del documental Food,
Inc. que expuso la industrialización de la agricultura en
los Estados Unidos.
La industria alimentaria se convirtió en algo más polémico que nunca por la
desconfianza hacia el reglamento de la agricultura y la producción de alimentos, y
esta desconfianza se difundió como una plaga a todo el mundo.
La industria alimentaria es una parte central de cada país porque es uno de los
controles gubernamentales que verdaderamente afecta a todos los ciudadanos.
Todos comen,
entonces todos interactúan con la industria alimentaria de una manera u otra. En España y en los Estados Unidos,
las industrias alimentarias son diferentes por supuesto,
pero cuando hay un problema en un país resuena en todo el mundo.
En los Estados Unidos y en España, los temas más polémicos hoy en día sobre la
industria alimentaria son la regulación de la carne, los alimentos
transgénicos y cómo afectan la salud de la población por ejemplo en términos
del consumo de sal.
Con
la crisis económica de varios países de Europa,
específicamente España, han llegado consecuencias imprevistas.
En la industria alimentaria, una de estas consecuencias es el problema del
fraude de la carne.
Sin dinero para mantener las normas regulares, la regulación
de la producción de la carne está sufriendo y el número de inspectores en los
mataderos se ha reducido. Otra causa de este fraude es el coste del
mantenimiento de un caballo. En consecuencia de la crisis,
muchos agricultores que perdieron mucho dinero en los últimos años no tienen
los fondos necesarios para mantener un caballo, y por eso los
venden a los mataderos. Desde los mataderos, la carne se
distribuye mezclada con la carne de vaca y se etiqueta como res. Esto supone
dos problemas a los ciudadanos: uno de salud y otro de fraude.
En
términos de salud,
el ministro de Agricultura y Ganadería de España, Miguel Arias
Cañete había dicho y prometido a la población que la carne de caballo es
perfectamente saludable. Si la gente elige creer esto, todavía
existe el fraude del etiquetado. Como todos los fraudes en la política,
hay representantes que dicen lo que la gente quiere oír. El
Ministerio de Agricultura de España está probando la carne del país y promete
que si encuentra carne de caballo en la carne no la venden y también que van a
poner en práctica medidas para evitar la posibilidad de la continuación de este
fraude. A
pesar de las garantías de los sectores alimentarios del gobierno, todavía
hay incertidumbre de qué se come cuando se compra una hamburguesa en España.
El
gobierno de los Estados Unidos ha verificado que el problema de la carne de
caballo en España y otros países de Europa no afecta su carne,
pero esto no significa que la industria de las carnes en los Estados Unidos no
existen sus propios problemas. Como medida de seguridad, los
agricultores en los Estados Unidos dan antibióticos a sus animales (pollos,
pavos,
cerdos,
vacas,
etc.)
pero recientemente las administraciones alimentarias de los Estados Unidos han
descubierto que estos antibióticos contribuyen a la creación de bacterias
resistentes a los antibióticos que con el paso de tiempo se vuelven más y más
difícil es de tratar y curar en los seres humanos y también en los animales.
Esto llama la atención al comienzo: los antibióticos. Varios estudios han demostrado que los
agricultores usan casi cuatro veces más antibióticos para sus animales que los
doctores del país prescriben a sus pacientes. Más de la
mitad de estos antibióticos se dan a animales saludables como medida preventiva
en vez de ahorrarlos para los animales enfermos. El gobierno ha
dicho que va a reducir el uso de antibióticos en la agricultura,
pero como en España todavía hay duda.
Controversias
como las del etiquetado de la carne en España no son nada nuevo para los
Estados Unidos.
En los Estados Unidos, hay una gran batalla contra el uso de la palabra
“natural” para etiquetar los OGMs u organismos genéticamente modificados.
Un organismo genéticamente modificado es un alimento con cambios genéticos en
su ADN hecho por biotecnología para que puedan crecer más rápidamente,
resistir enfermedades y producir más nutrientes. La
controversia sobre los OGMs es el riesgo que suponen estos alimentos no naturales
para las personas que los comen y también para el medio ambiente, y
por eso tratan de aprobar una ley en los Estados Unidos que etiqueta toda la
comida transgénica.
El proyecto de ley avanzó en la Cámara de Representantes y el próximo martes va
al Senado.
Este
progreso contra la modificación de le genética de los alimentos no está
limitado a los Estados Unidos. En marzo la autonomía de Andalucía de España se
añadió a la lista de autonomías libres de cultivos transgénicos.
Poco a poco España y los Estados Unidos tratan de crear industrias alimentarias
en sus propios países saludables y dignos de confianza,
pero todavía los problemas existen y causan problemas a la salud de sus
ciudadanos,
como la ingesta excesiva en los dos países.
En
los Estados Unidos y en España también el consumo medio de sal está creciendo
cada año aunque la Asociación Americana del Corazón calcula que cada año 2,3
millones de personas mueren por complicaciones causadas por la ingesta excesiva
de sodio.
La mayoría de este sodio viene de la comida comprada, en otras
palabras en los restaurantes y específicamente en los restaurantes de comida
rápida como Mcdonald’s. Este problema se está difundiendo por todo el mundo
y no sólo en los países ricos como en el pasado. El riesgo es
tan grave que la OMS, la Organización Mundial de Salud,
ha bajado el límite de la ingesta de sal diaria desde seis gramos a cinco.
Doctores y expertos en ambos países habían advertido a la gente que necesitan
bajar su ingesta de sal, pero el problema va más allá de sólo un cambio en
la dieta.
Las industrias alimentarias y el gobierno controlan la producción de los
alimentos de un país y el exceso de sal en la dieta americana y la dieta
española es un producto de lo que ofrecen los países en sus supermercados y sus
restaurantes.
Es imposible tener todo. No se puede
trabajar en la ciudad y vivir una vida moderna mientras que gestiona una granja
para cultivar su propia comida. En España y en los Estados Unidos,
la mayoría de la gente compra su comida en los supermercados y en los
restaurantes y por eso necesita tener cuidado porque como casi todo, la
industria alimentaria está controlada por el gobierno. El gobierno protege
sus ciudadanos,
pero a veces necesita tener cuidado porque con su poder puede engañarlos
también, y
con la comida no vale la pena tomar riesgos.
Works
Cited
Aubrey, Alison, and Eliza Barclay. "Antibiotic-Resistant Bugs
Turn Up Again In Turkey Meat." NPR
(blog). N.p., 1 May 2013. Web. 8 May 2013.
De Benito, Emilio. "España Duplica El Consumo De Sal Por Persona
Que Aconseja La OMS." El
País.com (España). N.p., 22 Mar. 2013. Web. 8 May 2013.
"Detectado ADN De Caballo Sin Etiquetar En Un 4% De Los
Controles Españoles." El
País.com (España). N.p., 15 Apr. 2013. Web. 8 May 2013.
Dillon, John, and Kirk Carapezza. "House Committee Approves
GMO Bill; Senate Seeks End-of-Life Compromise." Vermont Public Radio.
N.p., 7 May 2013. Web. 8 May 2013.
Donaire, Ginés. "Andalucía Da El Paso Para Prohibir El
Cultivo De Alimentos Transgénicos." El
País.com (España). N.p., 3 Mar. 2013. Web. 8 May 2013.
No comments:
Post a Comment